16-Sobre la Misa-Catequesis del Papa Francisco

La misa no es solo memoria, sino actualización real de la Pasión y Resurrección de Cristo. Al concluir la celebración, se abre para nosotros el compromiso de vivir y testimoniar lo que hemos celebrado.

Puntos clave

• Cierre de la misa
  La Eucaristía concluye con la bendición y el envío: salimos “en paz”, no para volver a la rutina, sino para llevar a Cristo a la vida diaria.

• Testimonio cristiano
  La misa no se queda en el templo. Quien participa de la Eucaristía debe salir mejor de como entró: con más fuerza, esperanza y deseo de vivir como cristiano auténtico.

• Frutos de la Eucaristía

  • Nos separa del pecado y nos fortalece contra el mal.

  • Nos une profundamente con Cristo y con la Iglesia.

  • Nos compromete especialmente con los pobres y necesitados.

  • Nos forma como “hombres y mujeres eucarísticos”, que dejan que los pensamientos y sentimientos de Cristo se conviertan en los nuestros.

• La custodia de la Eucaristía
  Cristo permanece presente en el Santísimo Sacramento. La adoración fuera de la misa prolonga nuestra unión con Él y nos ayuda a permanecer en su amor.

Frase inspiradora

“Cada vez que salgo de misa debo salir mejor que cuando entré: con más vida, más fuerza, y más ganas de dar testimonio cristiano.”

Para reflexionar

1. ¿Qué frutos concretos de la misa se ven en mi vida diaria?

2. ¿Salgo de la misa con el corazón dispuesto a vivir lo que he celebrado?

3. ¿Cómo me compromete la Eucaristía a servir a los más necesitados?

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